Pahlivân

Pahlivân

“Su cuerpo férreo, estampa indómita

y musculatura maciza eran el emblema

del vigor de su fe, de la misma manera

que sus ejercicios deportivos eran la expresión

de vivencias y formas espirituales profundas”.

Juan Goytisolo ('Los Atletas de 'Alî')

PAHLIVĀN

PAHLIVĀN. Del persa pahlivān: caballero, héroe, luchador / Practicante de zūrjāne ('casa de fuerza' en persa), antiguo arte marcial persa / En turco, pehlivan. Practicante de yağlı güreş, lucha tradicional turca / Blog sobre deporte y tradición, dirigido y fundado por Halil Bárcena, doctor en filología árabe, escritor y director del Institut d’Estudis Sufís de Barcelona (Catalunya), el mes de marzo de 2014. Información: sufismo786@yahoo.es

martes, 17 de junio de 2014

Correr y creatividad

Correr y creatividad


"Durante unos años, mientras he corrido, encontraba en esta actividad -lo mismo da si ganaba o perdía- una profunda satisfacción que era incapaz de expresar de otra manera (...). El hecho de correr -igual que escribir poesía- es creativo. El corredor no sabe cómo es que corre, ni sabe el porqué. Sólo sabe que debe hacerlo y que al hacerlo se expresa a sí mismo tal como puede, mejor que de otra manera. Ve que crea, más allá de la inestabilidad y el conflicto, alguna cosa que le da placer a él mismo y se lo da a los demás porque libera chispas de belleza y poder latentes en nuestras profundidades".

[Sebastià Serrano, Elogio de la pasión pura, Planeta, Barcelona, 1991, pp. 19 y 20].

miércoles, 4 de junio de 2014

Montañismo, acción y contemplación

Montañismo, acción y contemplación


"La alta montaña les puede permitir a algunos saciar el gusto estúpido del riesgo por el riesgo; puede permitir a gentes más o menos 'entrenadas' e inconscientes practicar una actividad deportiva banal; la alta montaña puede ser el lujo que se pagan los hombres de espíritu apocado, petrificados por la 'civilización' de las llanuras, de disfrutar de 'panoramas' turísticos gracias a sus prismáticos. Pero, para otros, la alta montaña no es nada de todo eso: la alta montaña constituye una vía de liberación, de superación, de realización interior.


Los dos grandes polos de la vida en su estado puro, la acción y la contemplación, se confunden en ella. La acción es la responsabilidad absoluta, el hecho de sentirse radicalmente solo, de no poder contar más que con la propia fuerza y el coraje personal, unidos en un dominio de sí mismo lúcido y quirúrgico. La contemplación es la esencia misma de esta experiencia heroica: la mirada deviene circular y solar; no existe más que el cielo y sus fuerzas puras y libres que reflejan y plasman la inmensidad en el coro titánico de las cumbres".

[Julius Evola, Méditations du haut des cimes, Les Éditions du Lore, París, 2012, pp. 26-27]. 

martes, 3 de junio de 2014

Las enseñanzas del acero

Las enseñanzas del acero


"El acero me enseñó muchas cosas diferentes. Me dio un tipo de conocimiento absolutamente nuevo, un conocimiento que ni los libros ni la experiencia mundana pueden impartir. Descubrí que los músculos eran fuerza además de forma, y que cada sistema de músculos era sutilmente responsable de la dirección en que esa fuerza se ejercía, casi como si fueran rayos de luz que tomaran una apariencia de carne.



Nada podría haber armonizado mejor con la definición de obra de arte que yo acariciaba desde hacía tiempo que este concepto de la forma envolviendo a la fuerza, sumado a la idea de que una obra debía ser orgánica e irradiar luz en todas direcciones. Los músculos que yo creé así eran a la vez mera existencia y obra de arte (...)".


[Yukio Mishima, El sol y el acero, Alianza Editorial, Madrid, 2010, pp. 33-34].